El 24 de octubre de 1872 el entonces gobernador de la provincia de Buenos   Aires Mariano Acosta aprobó por decreto el proyecto de la traza de un pueblo que   llevaría el nombre de Santa Rosa.  
              Este proyecto había sido presentado unos días antes por Manuel Rodríguez   Fragio, un vecino de Merlo que desde mediados de los ´50 fue adquiriendo una   considerable extensión de tierras entre las villas de Morón y Merlo. Estos   terrenos estaban atravesados por las vías del ferrocarril del Oeste y el Camino   Real, y luego por la avenida Rivadavia, y contaban con la calle de la tropa,   actual avenida Ratti, por donde se arriaban los animales que, luego de sortear   el Río de las Conchas en Puente Márquez, cruzaban las vías del ferrocarril y se   dirigían hacia los mataderos de Morón y de Buenos Aires.  
              Anteriormente, gran parte de estas tierras había pertenecido al capitán   español Diego Rodríguez Flores que las recibió, en 1754, por despacho del rey   Fernando VI en recompensa por los servicios prestados a la Corona. En 1805 estos   terrenos pasaron a ser propiedad de su sobrina Melchora Romero; en 1811, al hijo   de ésta, Francisco Ponce de León; y desde 1864, a través de un juicio sucesorio,   a ManueI Rodríguez Fragio.  
              Para la fundación del pueblo, Rodríguez destinó 66 manzanas a los dos lados   de la vía del Ferrocarril del Oeste, formando un triángulo comprendido entre las   actuales calles Ratti, Concejal Firpo, AIvear, y Santa Rosa - BIas Parera.  
              La solicitud de aprobación de creación del Pueblo fue acompañada con los   donativos reglamentarios: una manzana de tierra para la construcción de   edificios públicos (actuales Mansilla, Las Heras, Olazábal y Soler), dos   manzanas para plazas públicas (actuales plazas 20 de Febrero y San Martín), una   parcela para la futura estación ferroviaria, y varias hectáreas del lado Sur   para la construcción de un asilo de ancianos. 
              Con anterioridad a la presentación del proyecto de fundación del pueblo de   Santa Rosa, el fundador había acordado con la empresa de ferrocarril un convenio   por el cual ésta se comprometía a levantar una estación en sus terrenos. El   convenio fue presentado como antecedente ante las autoridades provinciales en la   solicitud de creación del Pueblo. 
              Finalmente, el 24 de octubre de 1872 quedó fundado oficialmente el pueblo de   Santa Rosa y, en diciembre de ese año, inaugurada la estación ferroviaria que   recibió el nombre de ´Ituzaingó`. La inexistencia de pobladores obligó a que la   estación permaneciera cerrada algo más de un año. 
              El 4 de enero de 1874 las firmas inmobiliarias Adolfo Bullrich y Francisco de   la Serna dieron inicio al remate de lotes en el flamante pueblo de Santa Rosa; y   con él, lugar para una población estable. La subasta ofrecía como principal   atractivo para los potenciales compradores contar con el servicio de trenes y   una estación propia. 
              La elección del nombre ltuzaingó para la estación ferroviaria correspondió a   las autoridades de la empresa. Con ello se buscó, como es habitual en este tipo   de designaciones, homenajear hechos o personajes históricos. En este caso, la   batalla de ltuzaingó ocurrida el 20 de febrero de 1827 en territorio brasileño.   Allí, las fuerzas argentinas obtuvieron un resonante triunfo frente a las tropas   imperiales.  
              La apertura de la estación se realizó el 18 de diciembre de 1872; la   habilitación, el 4 de enero de 1873; y su inauguración real exactamente un año   después. De la lectura de la Mensura del Pueblo de Santa Rosa, documento   existente en el Archivo Histórico de la Dirección de Geodesia de la Provincia de   Buenos Aires, surge que los principales beneficiarios de esta operación   inmobiliaria fueron los señores Teodoro Mora, Palemón Huergo, y Nicolás   Avellaneda. Estos integraban la sociedad que dos días antes del loteo adquirió   los terrenos comprendidos en la fundación del Pueblo.  
              Por entonces, Nicolás Avellaneda era ministro de Educación y Justicia del   gobierno de Domingo Faustino Sarmiento, y pocos meses después fue electo   presidente. En tanto, Palemón Huergo se desempeñaba como presidente del   directorio del ferrocarril.  
              Fuente de la Imàgenes: Sitio de Internet www.ituzaingo-baires.com.ar  |